Jun 15, 2006


Estos son Miguel y Pedro. Mi sobrino y mi hijo que por tradición llevan el nombre de sus propios padres. Tal vez esto es un intento por perpetuarnos en la memoria de las escuelas, los servicios y las iglesias de mi pueblo. Los llamarán por sus nombres y dirán,
― “Yo conocí un tal fulano que se llamaba igual que tú.” Y ellos podrán responder,
― “Ah!, ese era mi papá”. Mi hermano Mike y yo a veces nos preguntamos; ¿Cómo será el mundo al que se enfrentarán estos chicos cuando ya no estén al amparo de sus padres? Imagino que todos en algún momento nos hemos preguntado lo mismo. Por ahora todo es juego, sorpresas y amor. Trataremos de darles las herramientas necesarias para que superen los tropiezos del camino. Y también espero que gocen de su juventud tanto como lo hicimos mi hermano y yo. De hecho, todavía estamos pasándola bien.

1 comment:

Fernando L. Figueroa said...

Saludos Pedro,

Recibe de mi parte mi más caluroso saludo de quien se considera tu hermano. Me llama mucho la atención tu preocupación o tu reflexión con respecto a como el mundo al que se enfrentaran nuestros hijos. Verdaderamente, son tiempos difíciles los cuales requieren de, como mencionaste, las herramientas esenciales para poder combatir contra el medio ambiente que los rodea.

En el pasado, muchas veces éramos nosotros lo que con nuestras malas decisiones íbamos en busca de lo malo, lo profano, la envidia, la codicia, la maldad en general. Sin embargo, en estos tiempos “modernos” y más “civilizados”; la maldad viene sin ser invitada a nuestros hogares. Aquellos tiempos cuando nos criamos donde podíamos salir por todo el pueblo en “skateboard”, patines, bicicleta, tomar "pon" o un aventó sin temor; ya no existen.

Solamente, el fundamento adecuado dado por nosotros los padres a nuestros hijos; podremos comenzar a forjar un nuevo mundo. Primero en nuestros hogares, luego en nuestro vecindario, el barrio, la ciudad, la isla y el mundo entero. Como padres responsables de una salud mental, espiritual y social; tenemos que comenzar a fomentar las buenas costumbres, la moral, la amabilidad y especialmente el amor al prójimo.

Que Dios te bendiga mucho a ti y toda tu familia. Sigue adelante y se que tendrás mucho éxito con tu blog.

Tu hermano siempre,

“Butch”.